Últimamente se oye mucho esta frase, incluso yo la he dicho,
pero si lo pienso fríamente no puedo estar totalmente de acuerdo. Al menos en
toda la extensión de la frase.
Cierto es, que votar al PP conlleva una manera de pensar
siempre más perjudicial para los trabajadores, por eso son la derecha, por eso
son el partido de los ricos y empresarios (no todos).
Pero, la mayoría absoluta que han obtenido esta legislatura
se debe a mucho voto de castigo al PSOE, voto de castigo que, yo considero,
bien planteado pero mal ejecutado. Es decir, no se debería haber votado a un
partido que nos llevó a un caos grande, pero poner al timón a un partido que no
apoya a los trabajadores, ni a las prestaciones sociales, que no son de
izquierdas, que son de la teoría del “everyman for himself” no era, ni mucho
menos la solución. Quizás diversificar el voto, que nadie tenga, en estos
momentos la capacidad para decidir todo, de manera “unilateral”
Ahora bien, todos estos recortes y pisoteos de derechos que
estamos viendo no son culpa de los votantes del PP, al menos no de la mayoría
de los votantes que les han dado la victoria en esta legislatura (sus
militantes acólitos comulgan con lo que sea, con una sonrisa en la boca, o
aplaudiendo y diciendo un “que se jodan” que les sale del alma.)
El problema radica en esto que, engañosamente llaman
democracia, cuando realmente es una aristocracia (el poder de los ricos) o
mejor una miedocracia, donde se nos condiciona día tras día, en todas nuestras
decisiones con miedo.
El problema es que las decisiones no las está tomando ningún
político elegido democráticamente, si no por los mercados, por la gente que
maneja los hilos de políticos que lo único que quieren es que no cambie el “stablishment”
y no pierdan ni uno solo de sus privilegios, a costa de los privilegios de los
demás. Para ello utilizan el miedo.
El ejemplo más claro está en Grecia, hace poco parecía que
en unas elecciones iba a suceder lo impensable e iban a ganar gente con otras
ideas, sin miedo a salirse del euro, sin miedo a contradecir a Alemania y a los
mercados (que curiosamente están llevando a la propia Alemania a unas cotas de
riqueza nunca vistas) todo fueron voces alarmistas, donde se preveía poco menos
que el apocalipsis.
El PSOE ya demostró cuando estaba en el “poder” que también
se plegaba a las condiciones que impone el capitalismo más brutal.
El verdadero problema es que los grandes políticos están en
manos de los dueños del cotarro, los mercados, y que no nos engañen, no nos
piden esfuerzos y sacrificios para sacar a España adelante, si no para pagar las
deudas a los que realmente mandan, a los que verdaderamente controlan la pasta.
Por eso, lo primero que habría que perder es el miedo, y
luego actuar, pero que sepan (y recuerden) los partidos políticos mayoritarios, más tarde
o más temprano, la gente aplastada y pisoteada, acaba por perder el miedo. Y actúa.
Algunos (los mineros) ya lo han hecho, a los funcionarios les queda poco…
Hasta entonces, no nos queda otra que plegar las orejas.
"Disfrutad de lo votado" es mi frase de cabecera estos últimos 6 meses y no me canso:
ResponderEliminarA esos autónomos con pequeños comercios a los q he escuchado "a ver si así cambian las cosas" y ahora les afectan todas las subidas más q a nadie.
A esos jubiletas a los que engañan tan fácil o no han aprendido nada en todos sus años, q ahora cobran un 1% más habiendo subido la vida mucho más y no hablemos de copago.
A ese funcionariado que no sé en qué mundo vive cuando cree que con la derecha y sus liberalizaciones les irá mejor.
A esos típicos muertos de hambre de pueblo que viven del paro y de milagro y creen que la derecha les va a beneficiar de algún modo.
Lo siento, pero les toca disfrutar de lo votado. A los demás, ya se sabe, que nos jodan.
El problema es el p**o bipartidismo de este país, no hay ninguna opción de cambio salvo alternar entre el PP y el PSOE, y esta vez el PSOE (y sus circunstancias) han puesto en bandeja la victoria al PP.
ResponderEliminarCreo que eso que comentaba la gente, era más bien un deseó tipo "ojalá" que un "ahora llega los que nos van a salvar" (ojo, que también ha habido)