miércoles, 1 de agosto de 2012

All the small things


Hoy me voy a poner un poco sentimental, y no voy a hablar de cosas que me indignan, o que me cabrean, voy a hablar de los momentos que compensan todo lo demás. Y me va a quedar una entrada un poco cursi y ñoña, pero que ostias, me apetece.
Si lo miras en su globalidad, la vida es algo bastante chungo, y para la mayor parte de la gente es un poco mierder (o muy mierder). Se trata simplemente de sobrevivir, muchas veces con bastante menos de lo imprescindible, pero no voy a hablar de la situación en el tercer mundo; voy a hablar de mi caso, aunque quede un poco frívolo comparándolo con lo que ocurre en el mundo, ya que no dejo de ser un privilegiado, mi caso, como muchos españoles de clase “media-baja” consiste en trabajar (los que de momento aún podemos), tragar con mierdas, endeudarse y seguir trabajando para pagar esas deudas, y todo además aderezado con sufrimientos, sinsabores, humillaciones y derrotas varias.
Pero, sin embargo, la vida merece la pena y mucho; muchísimo. Y eso que hace que la vida sea algo realmente maravilloso no son grandes cosas, ni hechos excepcionales, ni grandes posesiones o fortunas, si no las pequeñas cosas, los detalles, eso que hace que un día nefasto cambie de manera radical, o que en un momento de sufrimiento aflore una sonrisa.
Para mí la vida merece la pena por cosas muy pequeñas, pero muy necesarias para mi salud mental, un gol del Sporting, un whatssapp de un amigo contando un chiste, una cerveza bien fría al llegar a casa, jugar un partido con mi equipo y darlo todo (aunque perdamos), la risa de mi hija, una caricia de Marta, o una mirada, o un abrazo, recordar un momento divertido con tuve algún familiar que ya no está, hablar con mi padre de fútbol, comer con mis abuelos, reírme con mi madre, un café con alguna amiga que vive lejos y que solo veo muy de vez en cuando…
Un sinfín de cosas que, si las miras fríamente, no tienen valor material, económico o laboral, pero que son el tipo de cosas que hacen que uno no arroje la toalla y siga en la brecha. Las cosas que compensan los marrones del día a día y que, realmente son el motor de la vida (o al menos de la mía)
Me gustaría preguntaros que cosas pequeñas son las que os permiten seguir tras sinsabores, perrerías y disgustos, pero no tengo muy claro que alguien lea esto, pero si lo leéis me vale con que lo penséis y os las digáis a vosotros mismos.

4 comentarios:

  1. No sé cómo va esto Juan pero lo voy a intentar. Este post, aunque tú digas que es cursi, es bastante más esperanzador que los anteriores y te lo agradezco porque ya está bien de tantas malas noticias que ni los JJOO nos dan una alegría.
    A mí lo que más me anima hoy por hoy es ver a mis chicos aprender y saber que he conseguido conectar con ellos. Estar con mi familia y amigos. Mi gatete ;) Salir y disfrutar de la maravillosa naturaleza que tenemos aquí y que tan poco apreciamos. En fin, un millón de cosas.
    Y me haría muy feliz tomarme una caña contigo ¿eh? :P
    Un besazo a todos.

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  2. Qué sería de la vida sin las pequeñas cosas que son las que mueven nuestro mundo, no?
    Yo que estoy de lo más sensible desde hace unos días y pienso que todo esto es pa na, hay ratos en los que se me olvida, ratos que me da mi Juan con sus risas y sus ganas de todo, ratos que me da mi Juanjo cuando él no tiene sus "otros" ratos xD, ratos que me da un libro que me transporta muy lejos, ratos de charla insulsa con la gente que quiero...
    En fin, hay que luchar por los buenos ratos ;)

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  3. Las pequeñas cosas son las que nos hacen darnos cuenta de que estamos vivos. :)Si somos capaces de apreciar su importancia dentro de nuestra vida, la sentimos menos vertiginosa de lo que es :)

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  4. ^_^

    Gracias por la parte que me toca :D

    (In)

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