miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cortinas de humo




Una noticia suele ser un hecho novedoso o poco frecuente, y lo malo que tienen es que, precisamente por eso, cuando las cosas dejan de ser novedosas, dejan de ser noticias.  Ejemplos hay muchos, no hace tanto se abrían los telediarios con las primas de riesgo y los movimientos bursátiles, también hubo una temporada que lo que encabezaba los noticieros era el nivel de contaminación de Fukushima, estas cosas han perdido su auge, a pesar de que siguen ahí, la prima de riesgo sigue bailando, las bolsas desplomándose un día sí y otro no, y la contaminación de Fukushima sigue aumentando. Ya no son noticia, o no son noticias tan importantes como lo eran apenas hace unos meses.

Esto aplica a todas las noticias, por eso se “inventó” el recurso de “la cortina de humo”.
Se define cortina de humo como “lo que encubre y oculta algo, es el conjunto de hechos con los que se pretende ocultar las verdaderas intenciones o desviar la atención de los demás”. Y esta es la clave, desviar la atención hacia otros lados con el objetivo de que el resto de noticias (o algunas en concreto) pierdan atención, que no surja nada nuevo, que se vayan volviendo obsoletas, antiguas, disolviéndose poco a poco…

Eso explica unos comportamientos bastante interesantes que vienen produciéndose últimamente respecto a Gibraltar y a la designación de la ciudad sede de los Juegos Olímpicos del 2020.

Gibraltar lleva años siendo como es, un paraíso fiscal y un lugar donde el contrabando de menudeo siempre ha sucedido. Las tiras y aflojas entre la colonia británica y España siempre han estado, pero casualmente al finalizar el fútbol (la cortina de humo por excelencia) y coincidiendo con el auge del caso Bárcenas, estos tiras y aflojas han alcanzado cotas insospechadas, alimentadas por un Gobierno que hace apenas 4 meses “pasaba” del tema Gibraltar y al que ahora cualquier movimiento o bandera británica le parece un ataque a la hombría de España, alentada por la presa afín muy propensa a usar el rancio patriotismo para disimular los problemas o para buscar culpables externos.
Todo lo que ha sucedido esos días abría los noticieros relegando (en algunos casos como el de la televisión pública hasta casi cero) los temas que realmente importa.

Dicha cortina de humo flojeaba (es lo que tienen las cortinas de humo, que no son consistentes y hay que renovarlas con frecuencia) así que surgió otra, la designación de la ciudad sede de los JJOO del 2020. Por cierto, que ahora el tema de Gibraltar ha desaparecido de las noticias.

Era la cuarta vez que Madrid se presentaba a esta candidatura (1972, 2012, 2016 y 2020) pero esta vez, de nuevo los medios de comunicación y en especial la televisión pública se encargaron de crear un ambiente de euforia nunca visto. Se llegó incluso a hacer programas especiales de seguimiento de la designación, con un espectáculo de celebración callejero con conciertos y demás fastos (a cargo del contribuyente, por cierto). 

Ninguna de las veces anteriores se hizo nada de esto, simplemente se retrasmitió la elección de la sede y punto. Todo esto extraña sobre manera si se mira la prensa internacional que le daba muy pocas posibilidades a Madrid de llevarse el evento.
Pero mire usted por donde se consiguió seguir con la cortina de humo incluso varios días después, analizando temas tan absurdos como si el COI engañó y mintió, que el resto del mundo nos odia por ser tan listos y tan guapos y demás bizarradas con tal de mantener la atención de la gente lejos de los temas en los que deberíamos estar centrados.

El caso es que deje de ser noticia (al menos noticia principal) los recortes en educación, el problema del paro, la privatización de la sanidad, el que los trabajadores pierdan mes a mes capacidad adquisitiva y derechos laborales que llevó muchos años de lucha y sangre conseguir, la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas, el brutal nivel de corrupción de los políticos españoles… y todos estos temas que si recibiesen la atención y el seguimiento que realmente se merecen, la gente se movilizaría muchísimo más.

Si hay algo que me ha quedado claro tras todo esto, es que los únicos que aprendieron algo del movimiento popular que se produjo en el 15-M fueron los políticos, que se dieron cuenta uqe la gente se puede movilizar y derrocar (de manera pacífica) gobiernos, leyes y decretos injustos.


PD: El Gobierno y sus medios afines ya están más tranquilos, ha vuelto la cortina de humo por excelencia, el fútbol.

1 comentario:

  1. Qué razón tienes!!! Parece que el trabajo principal de los políticos es crear cortinas de humo tras cortinas de humo, y a veces creo que hay alguno que hasta se las cree y no ve el problema principal

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